El pasado fin de semana de 12 y 13 de mayo, consideramos continuar en Vallada con los trabajos de exploración y topografía del tramo que une el sumidero de la Cova de Brolladors con el Sifón del Nacimiento, en el Túnel del Sumidor. Este tramo, cuya existencia se conocía desde los años 50 del anterior siglo en que empezaron los trabajos espeleológicos en estas cavidades, se mantenía no obstante inexplorado debido a que permanece permanentemente inundado en prácticamente la totalidad de su recorrido, próximo al centenar de metros.
Equipo del G. E. La Senyera que consiguió conectar Brolladors con Sumidor. A la derecha, la Sra. Alcaldesa de Vallada, Dª. Mª. José Tortosa.
A finales del anterior mes de enero, nuestros compañeros Jose M. Marti y Vicente Vivó consiguieron por fin conectar físicamente estos dos tramos del sistema poniendo fin a esta incógnita. Ahora pues, nos resta terminar los trabajos de exploración (sospechamos que tal vez haya algún aporte subterráneo de agua proveniente de las torrenteras que desembocan en el Barranc de Brolladors), completar la topografía y revisar la del Túnel del Sumidor, que debido a los años transcurridos desde su elaboración y los constantes cambios que natural y frecuentemente se producen en una cavidad de este tipo, no refleja fielmente su estado actual.
Vistas las posibilidades que nos ofrecía este descubrimiento, decidimos solicitar como zona de trabajo para los próximos años el barranco que ha generado este interesante sistema valenciano en yesos (y zonas adyacentes), a la Federación de Espeleología de la C. V.
Así pues, este fin de semana el grupo que ha trabajado aquí estaba compuesto por Alberto Sisternas, Félix Giménez, Eduardo Acuña y Vicente Benedito como apoyo logístico y toma de datos topográficos en superficie, y a Jose M. Marti y Vicente Vivó como exploradores y topógrafos.
El trabajo de estos últimos consistió el sábado 12 en comprobar y afianzar la cuerda-guía que dejaron instalada en enero a lo largo de la galería inundada, pues este elemento es primordial para la seguridad, por la turbiedad del agua debida al barro y la materia orgánica disueltos en ella en cuanto se produce el más mínimo movimiento. Una primera medición de esta cuerda nos da una longitud de 96 m., lo que nos va dando idea del desarrollo total que tiene esta galería.
El domingo, Jose y Vicente empiezan a tomar los datos topográficos en la galería, mientras el resto del equipo hace lo propio en la dolina y sumidero situados por encima de ella. Se realiza un total aproximado de 30 m. de topografía de la galería y se toman las coordenadas de la entrada de la Cova y del sumidero de la dolina. A las 14 horas, tal como estaba previsto, reaparecen los buzos en el sifón de inicio de Brolladors, porteamos el equipo hasta los coches, comentamos el trabajo realizado y regresamos a casa después de comer.